La Inversión: Intensiva en Mano de Obra o en Capital
Voces "especializadas" en el ámbito económico han propuesto desde los años de 1990 (la era de la expansión del Internet), un cambio de paradigma, a fin de hacer una fuerte inversión en sectores tecnológicos, y me llega a la mente los esquemas fracasados de los años de 1960 y 1970 de la política de sustitución de importaciones (Ley 299 en República Dominicana). Es obvio que ninguno de los dos modelos económicos son negativos y el primero pudo aportar en su momento más de lo que finalmente rindió y el segundo puede lograr transformaciones en la sociedad, sin embargo, el problema deriva en la forma de enfocar los conceptos para su desarrollo, pues ninguno ha servido para lograr la disminución de la pobreza, y ha partir de ahí, un desarrollo económico y social, donde la leyes del mercado puedan aportar su cuota al crecimiento del país.
En el caso que nos ocupa, el sector tecnológico, conlleva una fuerte inversión de capital y un Know-How con sus respectivos derechos de autor, los cuales no son fácilmente transferibles, sumándose a la escasa necesidad de mano de obra que necesita, y a que simplemente somos consumidores de tecnología, por ello logramos obtener una burbuja económica que beneficia a un reducido número de empresas en la categoría de zonas francas de servicios. En consecuencia, no llega a ser un elemento que aporte al desarrollo social de un país, mientras no se busquen soluciones creativas, como se ha hecho en Centroamérica.
En el caso que nos ocupa, el sector tecnológico, conlleva una fuerte inversión de capital y un Know-How con sus respectivos derechos de autor, los cuales no son fácilmente transferibles, sumándose a la escasa necesidad de mano de obra que necesita, y a que simplemente somos consumidores de tecnología, por ello logramos obtener una burbuja económica que beneficia a un reducido número de empresas en la categoría de zonas francas de servicios. En consecuencia, no llega a ser un elemento que aporte al desarrollo social de un país, mientras no se busquen soluciones creativas, como se ha hecho en Centroamérica.