Saturday, September 24, 2005

El Parlamento Centroamericano

El Parlacen se creó a partir de la “Declaración de Esquipulas 1”, dada por los presidentes de Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Honduras, en la ciudad de Esquipulas, Guatemala, el 25 de mayo de 1986. Cuatro años más tarde, el 1ro de mayo de 1990, esta nueva institución nace a raíz de que Guatemala, El Salvador y Honduras ratificaron el acuerdo. Se instaló oficialmente el 28 de octubre de 1991, quedando como sede central la ciudad de Guatemala.

En la actualidad está integrado por seis 6 países: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Cada estado está representado por 22 diputados: 20 electos más el ex-presidente y el ex- vicepresidente saliente de cada país. En el caso de República Dominicana, son 22 designados por el poder ejecutivo, debido a que aún el país no es miembro de pleno derecho.

El Parlacen nace como el órgano político del sistema de integración Centroamérica (SICA). La República Dominicana comenzó a formar parte del mismo en el mes de diciembre de 1998, a raíz de la nueva política internacional del presidente Dr. Leonel Fernández, iniciado en el cuatrienio: 1996 – 2000.

Tiene la misión de “ser el órgano de representación democrática y política de los pueblos centroamericanos y dominicano”. Su visión es “ejercer un liderazgo eficaz y democrático entre los distintos sectores regionales, que en el marco del desarrollo sostenible coadyuve a la construcción gradual y progresiva de la Unión Centroamericana y de República Dominicana”.

En estos momentos de globalización, donde los países aislados no pueden ni tienen el poder de negociar con los países más grandes, la integración de la región (Centroamérica y el Caribe) hará posible un trato igualitario a la hora de pactar nuevos acuerdos. En este punto, el Parlacen tiene un rol protagónico que jugar, fomentando metas comunes en diversas áreas como el comercio, la política y el desarrollo humano.

Friday, September 02, 2005

Los “clusters” dentro de los tratados de libre comercio

Una herramienta de estrategia competitiva que debe implementarse dentro del marco de los acuerdos comerciales del DR-CAFTA, es el concepto de conglomerados industriales, mejor conocidos como “Clusters”. El mismo fue desarrollado por el Dr. Michael Poter, y en su libro titulado “La ventaja competitiva de las naciones” lo define como “un grupo geográficamente próximo de compañías interconectadas e instituciones asociadas, en un campo particular, vinculadas por características comunes y complementarias”.

A nivel oficial, el estudio de este tema es reciente, sin embargo desde hace varios años han emergido este tipo de formaciones en algunos puntos del país, destacándose el sector turístico. Como ejemplo podemos citar la relación de la agricultura del bajo Yuna con la zona Este del país, que junto a otros sectores locales como la industria de la construcción, la del mueble y de las telecomunicaciones, se han agrupado formando un cluster turístico.

En las aperturas comerciales existen países ganadores y perdedores, y esto viene dado a la forma de implementar las estrategias comerciales y a la rápida inserción dentro de las nuevas reglas del juego del comercio mundial. También, los sectores que tienen desventajas competitivas deben de aprovechar las concesiones estatales que obtengan en forma de incentivos fiscales y a las medidas de salvaguarda que se negocien, como un último y escaso recurso que debe de ayudarles para darle un giro a sus negocios.

El trabajo mancomunado entre las empresas, los trabajadores, el gobierno y las instituciones del estado es vital en el desarrollo de los “Clusters”, ya que todos desempeñan un papel activo en la mejora de la competitividad. Además, deben de utilizarse métodos de análisis como el “Benchmarking” (aprendizaje y actualización del ambiente exterior) como forma de medir la posición del país respecto a otros mercados internacionales.

En el caso de sectores sensitivos como el agrícola, donde los productos genéricos tienen precios generalmente deprimidos por la gran competencia, se debe continuar desarrollando los de valor agregado y los productos ambientales u orgánicos, que llegan a nichos que pagan precios más altos. Esto debe de estar acompañado de una estrategia de rápida respuesta ante las políticas de los demás países en relación a los subsidios y moviéndose en la misma dirección en que ellos se muevan.