¿Somos emprendedores o no?
En general, el dominicano, al igual que todos los seres humanos, son ellos y sus circunstancias, por lo que puedo afirmar que en todas las épocas han habido personas que en este país han tenido ideas brillantes que las han desarrollado, sin embargo, hay elementos que matan la creación de un mayor número de emprendedores, y también a los posibles inversionistas ángeles o simplemente emprendedores-inversionistas que en caso de no existir tierra fértil, sus capitales se invierten para producir solamente rentas fijas.
Estos elementos los enumeramos a continuación:
• El Populismo: Es más fácil recibir sin trabajar que trabajar para recibir.
• La Corrupción: Se queda con los recursos destinados a forjar un mejor país.
• El Sistema Impositivo: Cuando castiga a los sectores productivos.
• El Sistema de Seguridad Social: Cuando es deficiente y no brinda el servicio.
• Los Servicios deficitarios y costosos: Con la imaginación se entiende este elemento.
• Los Monopolios (u Oligopolios) incluyendo los financieros: No dan chance a nadie.
• La Educación: Sin preparación no se puede desarrollar nada con bases sólidas.
• Los Valores Morales: Si todo está putrefacto, no vale la pena.
• Reglas de Juego Claras: leyes, reglamentos y lo más importante, su cumplimiento.
• La inexistencia o poco desarrollo de una Bolsa de Valores.
• Otras: Las que la imaginación suya quiera destacar.
Por supuesto que hemos avanzado y muchas instancias públicas y privadas han puesto su grano de arena para progresar, pues realmente no somos la sociedad de los años de 1970, ni la de los 80 ni tampoco la de los 90, pero existen debilidades que debemos superar si queremos ser competitivos en cualquier área en general y la de emprendedurismo en particular, pues sin nuevas ideas de negocios que puedan desarrollarse, simplemente estaremos como sociedad ordeñando las vacas lecheras, y en términos mercadológicos podremos decir que sin los productos estrellas que las relevaran, no habrá desarrollo social y económico y estaremos condenados a la mediocridad y esto conlleva al fracaso.